Col·legi Teresianes
AÑO DE CONSTRUCCIÓN
1888 - 1890
DIRECCIÓN
Carrer de Ganduxer, 85 - 105, Barcelona
http://ganduxer.escolateresiana.com/Coincidiendo con la celebración de la Exposición Universal de Barcelona, Gaudí ya era un arquitecto codiciado que pocos años antes había empezado la construcción de la cripta de la Sagrada Familia. A pesar de estar embarcado en proyectos de gran envergadura y presupuesto, el interés por el trabajo y su devoción religiosa hacían que aceptase trabajos más modestos como el convento y colegio de las Teresianas, en Sant Gervasi de Cassoles.
El artista rehízo el proyecto recién iniciado por Joan Pons Trabal, manteniendo los cimientos ya acabados y convirtió lo que era una sencilla construcción en una obra capital de la arquitectura, sin alterar el volumen ni el perfil de la planta. El arquitecto se limitó a trabajar imaginativamente la sección del nuevo edificio, creando patios por los cuales entraba la luz natural.
TALENTO Y DOMINIO, CON POCOS RECURSOS
Si el padre Enric d’Ossó, fundador de la compañía de Santa Teresa de Jesús, no hubiese contratado los servicios de Gaudí, los terrenos de Can Ganduxer probablemente hubiesen acabado acogiendo un edificio anodino sin mucha historia. Los planos que diseñó el arquitecto Trabal preveían una convencional planta rectangular con tres naves de dimensiones similares y unas fachadas de estilo medievalista. Todo muy parecido a la manera en que Elies Rogent acababa de hacer la Universidad Central, edificio que se aceptaba como el súmmum de la actualidad arquitectónica local.
El religioso hizo caso de la recomendación del obispo Grau, también reusense, que hacía poco había recibido de manos de Gaudí el proyecto del Palacio Episcopal de Astorga. Para esta obra, la propiedad disponía de recursos bastante limitados, justo al contrario que en el caso del Palau Güell, obra que Gaudí comandaba paralelamente. A pesar de eso, resulta admirable lo que un arquitecto de su talento consiguió con el dominio de una tecnología absolutamente tradicional basada en la utilización del ladrillo y la piedra.
SOBRIO ‘CASTILLO INTERIOR’
Gaudí concibió el colegio como un original castillo neogótico, con una fachada que combina el empedrado y el ladrillo con un notable resultado estético. La incorporación de símbolos religiosos es la nota dominante, con anagramas de Jesucristo, escudos carmelitas, cruces de cuatro brazos en las torres de los ángulos y birretes doctorales en las almenas, en referencia a Santa Teresa. En la fachada también están presentes los tradicionales arcos parabólicos, concretamente en las ventanas y en el porche de acceso, este último cerrado con una elegante reja de forja.
El resultado del interior fue sorprendente, especialmente los pasillos y el vestíbulo principal de la planta baja. Con los arcos, Gaudí consiguió una calidad espacial notable que, evidentemente, no existía en el proyecto inicial. El arquitecto investigó y profundizó en el espíritu de la orden Teresiana para cumplir el encargo de forma óptima y, fruto de esta actitud, el edificio consiguió una imagen sobria y recluida, de igual forma que el ‘castillo interior’ que entronca fielmente con la espiritualidad de esta compañía.
La ornamentación, en este sentido, está presente de forma mínima, austera y funcional, haciéndolo con normalidad en los elementos estructurales y cierres. Aquí, Gaudí también se avanza algunos años al pensamiento de un maestro del movimiento moderno, Ludwig Mies van der Rohe. Menos es más.
TENSIONES CON ‘SAN’ ENRIC D’OSSÓ
La relación de Gaudí con el padre Ossó, que en 1993 sería canonizado y convertido en santo, fue bastante terrenal. El artista tuvo que imponer en numerosas ocasiones su criterio por encima de las exigencias y la concepción del edificio que tenía el fundador de las Teresianas. Las disputas entre los dos, ambos de carácter fuerte, se habían resuelto más de una vez con el arquitecto enviando al religioso a decir misa e instándolo a que le dejase los detalles de la obra a él, que por algún motivo lo habían escogido y le pagaban.
A pesar de las puntuales desavenencias, su alianza dio como fruto un maravilloso edificio conventual y escolar que, bien conservado por la Comunidad Teresiana, aún hoy se puede admirar.
Fue una lástima que, posteriormente, no hubiese un acuerdo entre Gaudí y la propiedad a la hora de proyectar una nueva capilla anexa, ya que el arquitecto no entendía que no se quisiera abrir al público. La actual, de estilo neogótico, es obra de Gabriel Borrell Cardona.
HORARIOS
Uso escolar. No visitable como monumento.
CÓMO LLEGAR
Autobús: 14, 58, 64, 70
FGC: L6 - La Bonanova